viernes, 25 de diciembre de 2009

Exito

Esta sin tildes. Capullos, abrios. Abrios al nuevo tiempo, sed mariposa. O marirrosas.

He aqui unos cuantos consejos para ganar el premio Hiperion:

- Tener 17 años. Es un poco dificil, pero se puede volver atras en el tiempo si uno camina hacia atras, si uno come lo que vomita o devuelve la caquita a su origen. Dormir como murcielagos, beber la llorada juventud.

- Ser homosexual. Mas o menos.

- Ser un poeta maldito, porros, posmoderno. Medio-imbecil y medio-tonto, con pose entera. Buu, esa osa llamada Posmodernidad.

- Tener amigos, es decir: que te sacudan shocks. Tomar cerveza con quien maneja la mantequilla.

Vayan añadiendo, vayan. Estan invitados al fracaso. Añadire uno:

- Ser realmente bueno y ganarte el odio de la mantequilla. Va por L.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Convocalona

Camaleones. ¡Camaleones! A ver, neones, a ver. Que hay un loco, un zumbado, que nos ha dicho que estemos en un sitio, un chez sylvie (c/san vicente) mañana martes a partir de las 21.30. Ya sabeis, asi, sin tildes.

Y vamos a aullar. Ya vereis. Abriremos todas las botellas de un bar.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Leve momento pop

Ver a Fitofitipaldis mover la boca mientras suena Numb de Pink Floyd. Fito hace la batería con la boca también. Es un Corteinglés, un mercadona de la vida. Lo tiene todo, hasta los aplausos.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Mujeres, hombres y viceversa



¿Por qué todavía nadie ha hablado sobre ésto?

(PINCHAD EN LA IMAGEN PARA DESCUBRIR LA MAGIA DE LA DERECHA)

Pasad de la caída, fíjaros en esa señora que cose en la esquina...
¿Es que nadie se lo pregunta? ¿Quién ha sido el genio, quién nos ha colado esa manopla surrealista en la telemesa? Una abuela lynch ahí en medio, como si fuera parte del decorado, una abuela que cose ajena a todo. Esa poesía. Abre botellas. ¿Y si todo este tinglado de sofáses y modelos porno estuviera en la cabeza de esta anciana? Que "Mujeres, hombres y viceversa" fuera en realidad la proyección de un recuerdo senil y nostálgico de esta señora, un recuerdo entretejido en ese punto de cruz eterno. ¡Ya existió "Mujeres, hombres y viceversa", ya fue emitido este programa, este babero familiar, lo que vemos ahora es el recuerdo de la anciana en su salón! ¡Pero hay más, hay más! Me aventuro a sugerir la posibilidad de que esa anciana en realidad sea Enma García, la presentadora, veinte o treinta años más tarde, ya entrada en las carnes de la muerte, desde el futuro, evocando y recapitulando su vida de micrófono, y se nos cuela esta paradoja en forma de mesa y lana, esta contradicción cuántica que gracias a dios tiene cuerpo de señora muda. Así de frágil es el equilibrio del universo. Los poemas de Telecinco.
De momento estamos a salvo, nadie parece preguntarse qué hace ahí esa señora, esa Enma del futuro. Nadie la ha distraído de su tarea cósmica. El tapiz de la realidad está en sus manos.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Chain

La realidad no supera la ficción, se parte el culo. Se parte literalmente y de dentro salen gentes con cabeza de flor. Pensadlo bien: un montón de tallos, una jaula de tallos enormes y no saber si respiras por el culo. Y que la cabeza se te mueva sola según la posición del sol. Imaginad las conversaciones: conversaciones con mareas.
Ejemplo práctico. Uno llama a un chino. Es decir, llama a un restaurante chino para hacer un pedido. Ya sabéis, ese folclor, eso que consiste en decir "rollito de primavera" y alguna cosa detrás. Pero pongamos que uno quiere preguntar por el menú, informarse. La conversación detallada:

- Hola, buenas noches.
- Hola, buena noche.
- Para hacerte un pedido.
- Sí.
- ¿Tienen menús?
- Sí, menú con lo que usted quiere.
- ¿Qué llevan los menús?
- Lo que usted quiere.
- ¿Cuál es el pedido mínimo?
- Lo que usted quiere, lo que pida. Si dos menú, dos menú, usted ha dicho.
- En el anuncio pone 10 euros.
- Bueno, sí - pausa-. Usted quiere menú con tallarine, ha dicho ¿verdad?
- Bueno, voy a consultarlo.

Y cuelga. Por alguna razón es un caso real, sale en las páginas amarillas.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Biolanzarote

Eh, trapecios. Venid aquí, mirad mi hocico. Mirad cada vestigio de la aurora. Hoy vamos a hablar de algo que está lleno de cristales, algo jodido. Algo que quema, como un sándwich que no te comes y si te comes da hambre. Hoy vamos a hablar de la violencia, queridos amigos del misterio, querido valle.
La violencia es como una tarta llena de patas. Cada pata da una hostia. Es interesante que la diferencia entre caricia y hostia está en el grado (y la religión). Eh, no os despistéis, dejad de bailar. Mi correo es me aburro. El caso es que cada una de las patas está llena de muñones. Y los muñones tienen bocas. No es agradable. Es como un político si se comiera la ducha, hasta acabar por los azulejos. El caso es que las bocas lloran, y uno ve llorar a los monstruos.
Así que esto hace crunch - crunch, paw - paw, bang - bang, bim-bam-bum, lim-lima-limón, calipo, luna, te quiero, y te quiero crashear. Imaginaos una ducha de cosas con las que te chocas, juguetes o retrovisores. Imaginaos prender fuego a una cuna. Imaginaos esa tarta con tallos y patas con muñones que aprietan el hociquito (rosa) y entonces cantan con un mohín y luego lloran como una pera. Os haría un dibujo, pero no quiero.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Propoust

Ey, ey, ey. Tenemos un concepto, el "bagy-bagy", que desarrollaremos muy pronto, y también contaremos anécdotas como zonas residenciales en el intestino de un camello. Pero ahora bien, les traemos una propuesta.

La pregunta, queridos quereses, es: ¿os gustaría que hiciéramos de cada post un estreno? Con horarios, palomitas y todo, aunque falle. Aunque luego no ocurra, ¿pero lo hacemos? ¿quién se pide el palco?

domingo, 8 de noviembre de 2009

Business

Voy a montar un negocio. Una tienda de ver la televisión. El cliente llega, paga, se sienta y mira la pantalla y lo que quiera que sea que estemos echando, si es que, incluso, está encendida. Fácil y sencillo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Las aventuras de Gaspar Noe (I)

Las aventuras de Gaspar Noe

Capítulo 1: Las suelas

"ópera de martillo
en la edad del agua"
Lola Crespo


Gaspar Noe iba caminando por la Gran Vía una soleada mañana brasileña.

Un hombre unicejo se le acerca y se le queda mirando. El hombre esboza una sonrisa compasiva. Una sonrisa de buda. Gaspar no cambia su expresión. Lo mira serio, con desinterés. "Qu'est-ce que tu veux?" El hombre se le acerca todavía más y señala su entrecejo peludo.
"Es un puente."
La risa del hombre resuena en toda la avenida. Y después son los ecos de la risa del hombre que resuenan en toda la avenida. Primero resuenan como una huída en masa de prostitutas de tacón. Luego resuenan como un claqué de pisar uvas. Y finalmente los ecos resuenan como un perro callejero sacudiéndose el vino de un vagabundo. Maracas. Este perro es usado por un vagabundo como esponja natural para transportar líquidos.
Después de reírse , el hombre da media vuelta y en lugar de alejarse, empieza a caminar hacia atrás, de espaldas, empujando al pobre Gaspar y despidiéndose con una sonrisa. Es la sonrisa la que se despide con una pequeña manita de porcelana asomando de la comisura.

Gaspar Noe empieza oa bsesionarse con la idea del entrecejo como puente.
Es como el día en que se dió cuenta de que sus pies no podían pisar solo suelo. Por un extraño motivo sus huellas no soportaban la idea de verse solas con el asfalto y el señor Gaspar Noe tuvo que aprender a caminar por el mundo matando una cucaracha por pisada, aplastando mierda a cada paso, pisando, en fin, todo tipo de minas casuales y de una refinada variété política. Sus huellas eran verdaderas improntas de arte contemporáneo.

La vida de Gaspar Noe estaba llena de asteriscos. Palabras con estrella*. Palabras con solecillo*. El problema es que solo estaban los asteriscos. No venían las definiciones, las aclaraciones a pie de página. Es vox populi que también se dan los casos contrarios: Gente llena de definiciones y de conocimientos y que, sin embargo, buscan desesperadamente las palabras estrelladas que los designen. Aunque la mayoría de las personas somos un conjunto más o menos equilibrado de asteriscos, es cierto que existen estos casos radicales. Gaspar Noe era una de ellos.

Pero aquel hombre, el puente, el entrecejo... Aquel había sido uno de los asteriscos más enormes de los últimos años.
Pobre Gaspar, antes de convertirse en un ser oscuro, en uno de esos calvos de discoteca, antes de que siempre sudara frío, solo era un niño inocente que miraba las estrellas:

"¡Es un hotel, el cielo es un hotel muy lujoso, un hotel de miles de estrellas!"

¡Jajajaja! Qué inocencia, cuánto barquito de nuez.

Hasta que un día compró dos peceras. En una puso cien lagartijas a las que cortó las colas. En la otra vació la montaña de colas vibrantes. Después de varios días mirando las dos peceras, llegó a la extraña conclusión de que cada pecera contenía un animal diferente. Ahí empezó todo. Con aquella distinción psicópata. El primer bigote.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Optigrill tres caricias

Los chinos son una mafia. Los restaurantes. Los restaurantes chinos, en verdad, son una mafia encubierta. Tú llamas, pides un rollito de primavera o un testículo de ladrón cocido en optigrill, y el chino llega a tu casa con bolsas que tienen gatillos. Te apunta y te podría matar. Tiene mala leche, pero mucha educación. Te roba lo que tienes y, a veces, te da de comer.
Esto pasa siempre, aunque nadie se dé cuenta. Un día te preguntas dónde está el reloj, y piensas en agridulce.

Lo mejor de todo, es que no podemos dejar de llamar a un chino. Cada minuto, alguien hace un pedido, aunque ese minuto sea a altas horas de la madrugada. El estómago no entiende de edredones. ¿Por qué no podemos dejar de llamar a un chino? Porque tenemos la esperanza de que se porten bien, nos traigan la comida y no se lleven nada. Realmente.


Un extra culinario: un restaurante donde pidas lo que pidas, todo sepa igual. Todo. Un bistec y una ensalada tres quesos.

domingo, 1 de noviembre de 2009

CHIQUITITA VON TYSSER

Hoy jaulas de carne. Hoy traemos jaulas de carne para los leones. Pequeños sueños de preso. Hombres con la grasa por fuera. De eso estamos hablando: Sillas eléctricas de broma. Un letrerito de "BANG" que sale disparado del respaldo. Risas. Palmaditas en la espalda. "Que no George, que no. Jajajá." Risas de tres sílabas, reír con los hombros. Jajajá. "No, venga George, pasemos a la de verdad ¿No?" Colegas de la milla verde. Un último sopapo negro. De eso estamos hablando hoy, de un buitre de coco, de una CHIQUITITA VON TYSSER.
Vamos a pasar a la reseña de la película de hoy. Una de Antena 3 Televisión (Añadir "Televisión"). Es la típica secuencia del niño jugando a la pelota. La pelota se le escapa y vota hacia el malo-secuestrador, hacia el bosque de la bruja, y entonces el villano coge el objeto de juego y habla con el niño, le lava el cerebro para que crea que su madre es una PUTA. Bueno, esa secuencia ¿Vale? Pues la madre está hablando con el NUEVO NOVIO, el chico joven que le va a dar una nueva vida, un hombre hecho con notas de piano. Y de repente la madre-paranoia suelta la siguiente perla: "La pelota. Ya no la escucho".

Pues bien, pues bien: Propongo que en lugar de la secuencia que continúa en la película real donde la madre y su NUEVO NOVIO corren desesperados en busca de su hijo, a "La pelota. Ya no la escucho" le siguiera un plano muy sencillo del niño votando tranquilamente la pelota pero sin que ésta emitiera ningún tipo de sonido. El niño miraría a su madre con cara de "¿Qué quieres mamá?" mientras la pelota va y viene como un yo-yo silencioso. Sería un plano muy largo con contraplanos de la madre muy rápidos, casi imperceptibles.

Bueno ya está, esa es la reseña de hoy. El bingo wing de hoy. Una colonia de garage.

viernes, 30 de octubre de 2009

Hemos aprendido

Que los hospitales están llenos de señoras.

martes, 20 de octubre de 2009

Defenestración del Ikea

Un señor que vive en una casa sin muebles. En su lugar, tiene perros. Cientos de perros, miles. Compra perros todo el rato, repone los perros que se mueren o quedan dormidos. Usa los perros como si fueran muebles. Les pone cosas encima: jarrones, llaves, abrigos, grifos, cubiertos, comida, condones, chicas de una noche, chicos de otra noche, libros, incluso otras mascotas (insisto en que no perdáis la visión, por favor, de un suelo lleno de perros: animalitos ladrando, perritos que incluso no caben. También usa, incluso, perros como escaleras).
El tipo se ducha sobre los perros. Duerme sobre los perros. Pero los perros se mueven, se mueven demasiado, así que el tipo ha dado un cursillo, intenta amaestrarlos para que no se muevan. Y casi lo consigue, oigan. Los perros medio-obedecen.
Pero los perros se mueven y se rompen las cosas. Así que el tipo compra perros aún más pequeños, más perros todavía, para poner los pedazos de las cosas, los pedazos de la vajilla.

domingo, 11 de octubre de 2009

martes, 6 de octubre de 2009

Pero clandestino

Hoy me han hablado de un puticlub que no tiene nombre. La conversación era más bien "mi abuela tiene un puticlub" y claro, me he interesado. Hemos intentado entrevistar a esa abuela, pero es imposible. La mujer no quiere. Ya le basta con tener un puticlub como si fuera una pizzería (es decir, las pizzas tienen piernas y entrepierna, es corriente).
Pero ojo al dato: cuando le he preguntado cómo se llamaba (el puticlub, qué cosa tan curiosa) me ha dicho que no tiene nombre. Que es una puerta con timbre, un puticlub clandestino. Ojo. Esto da lugar a una paradoja muy coja: podría estar uno ahí, dale que te pego con las nalguinas, pensando que qué bien se está en el Avenida vertical, mientras otro anda sobre otra en el Quasicorremos y alguien hace la cama en el Hotel inflexible. En fin, que podría destruir la línea espacio tiempo, y sin condensador. Que este ascensor tiene chófer, ojo. Que es como no ponerle a tu hijo y que tenga que reaccionar si escucha Tomás, Sebas o Eustaquio. Es decir: el niño explota.
Y ojo. Una abuela. Tal vez la que escapó del hormiguero.
En fin, en fin. Que no dormimos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Vacíos

- Eres una gata. Llevas un cascabel.

- No. Es un llamador de ángeles.

sábado, 26 de septiembre de 2009

martes, 22 de septiembre de 2009

Segundo bigote

No montéis ese caballo. Mejor entrad en este link. Eh, eh. ¿Dónde está? Suéltalo, suéltalo, ching... ah, aquí: http://www.youtube.com/watch?v=U7eP3c7JDi4

Dadle al play. Leed los comentarios con el play. Y cerrad pronto. Hay un rumor, de un chico de Valencia, que le estalló en la cara. Estalló el rumor. Bueno ¿qué creíais? ¿un segundo bigote de la hostia? Pues esto es. Como la tercera edición de Fama. Ja, ja. ¿Quién ha escrito eso? Bien. Pues ya está, aquí lo tenéis: en bruto.

Ah, una cosa. Esto es una táctica. Pronto llegará el real. Pero que sepáis: todos los comentarios son nuestros. El vídeo también lo íbamos a subir, pero nos lo borraron. El ordenador.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Pasatiempos surrealistas de burgueses pasados de moda

Volumen 1: MAGIC VEGETAL

Un chalé. El típico chalé. En las afueras. Silencioso. Llega un camión de la basura. Es de color verde y transporta el interior de los contenedores de vidrio. Está lleno de botellas y vasos rotos. Lo hacen pasar por el jardín hasta el borde de la piscina. Uno de los basureros acciona una palanca y la compuerta residual del camión libera un alud de cristales sobre el agua. Los cascotes y esquirlas centellean a la luz de los focos hasta que terminan por hundirse en el fondo de la piscina. Luego todo vuelve a la calma y hay un segundo de verdadera quietud. El conductor del camión recibe un sobre blanco en el que suponemos hay dinero. El mayordomo que se lo ha entregado hace una reverencia y el camión arranca. Nadie hace ni dice nada hasta que las sirenas naranjas no se han perdido del todo en el horizonte.

Entonces hacen aparición cinco señoras mayores vestidas de negro. Llevan una silla de plástico plegable bajo el brazo y avanzan en procesión hasta situarse en fila en uno de los bordes de la piscina. Colocan sus sillas y como si fueran cantaoras flamencas toman asiento con solemnidad. La mirada altiva. Fija en un punto. Enseguida aparecen unos niños muy jóvenes ataviados con delantales y uniformes de cocinero. Cada uno lleva un cuenco de cerámica relleno de cerezas. Algunos de ellos tienen sobre sus cabezas unos extraños sombreros turcos con pájaros disecados en la copa. El macabro invento parece improvisado y algunos de los pájaros se balancean peligrosamente. Tras entregar un cuenco a cada anciana el grupo de benjamines desaparece con un gracioso trote militar. Suena una trompeta. Del fondo del jardín aparece una multitud desnuda corriendo como si se acabara de dar el pistoletazo de salida de una carrera. Se pisotean y empujan entre ellos hasta llegar a un límite invisible que les hace frenarse en seco. Son los surrealistas.

El mayordomo aparece con una vela blanca en la boca, saluda al grupo con una reverancia y se enciende la vela como si fuera un puro. Acto seguido le hace un gesto a las señoras mayores y éstas sacan de sus vestidos una tira de tela verde. Se la atan a la frente como si fueran luchadoras de kung fú. En cada cinta se puede leer el nombre de un varón. Son viudas. Practican el deporte del duelo.
El mayordomo, con su vela goteante de cera en los labios, pide que los primeros cinco participantes tomen posición. Cinco surrealistas se separan del grupo y se arrodillan frente a las ancianas. De nuevo, se escucha el sonido de una trompeta. Una banda de música tirolesa que hasta entonces había estado oculta detrás de los setos empieza a tocar una composición popular. Las ancianas empiezan a llorar todas a la vez, gimiendo el nombre del varón que llevan en la frente: "Ay, Manolo mi amor", "Roberto, qué desgracia", "Yo te sigo esperando Juan" y mientras moquean y gritan y se golpean el pecho se llevan las cerezas a la boca con una mano y escupen en la otra los restos triturados. Cuando ya tienen una buena ración de masa de cereza se la untan en el ano al surrealista que tienen delante y luego se la introducen por el esfínter haciendo presión con sus dedos arrugados. Una vez han recibido su dosis los surrealistas se levantan de un salto y como potrillos juguetones, levantando exageradamente las rodillas, hacen cola delante del trampolín. Los cristales, por supuesto, siguen ahí. En el fondo de la piscina.

Uno a uno los surrealistas se entregan a este juego tortuoso en el que tienen que lanzarse a la piscina sin rozar el fondo, sin tocar en ningún momento el suelo. Poco a poco la piscina se va llenando y cada vez es más difícil mantenerse a flote. Llega un momento en que hay tantas piernas agitándose bajo el agua luchando por no tocar el fondo que se empiezan a dar rodillazos y golpes, y empiezan a gemir y a apoyarse unos en otros, mientras las ancianas de luto siguen llorando, la vela se consume y continúa la música tirolesa con sus cencerros de vaca y sus acordeones. Los surrealistas gritan, algunos ya se han desmayado y flotan, otros son pisoteados y el agua cada vez más roja.
Y cuando en los labios del mayordomo se han fundido los últimos restos de cera, una voz electrónica que surge del interior de la casa grita "Yeah, yeah, yeah ¡MAGIC VEGETAL!". Entonces la música se detiene y las ancianas una a una se secan las lágrimas. Se limpian la cereza de la barbilla y se levantan. Se desnudan. Se pierden en el jardín. Los surrealistas saben que todo ha acabado y poco a poco salen de la piscina.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Buscar la verdad

Josuá tiene 16 años. Un día decide dejarse de mentiras y dejar de hablar. Decide no articular nunca más un sonido. Se plantea durante un momento el lenguaje de signos, pero lo descarta también. Esto causa un revuelo en casa, sus padres se enfadan con él y le gritan.
Josuá decide escaparse a la calle, caminar un poco. Mira hacia todas partes, a todo el mundo. Alguna persona de vez en cuando le dirige la palabra: le pregunta alguna dirección, si tiene hora. Josuá los mira un largo rato. Busca la verdad y la encuentra: el rincón donde se enredan las raíces del sueño, la alegría, la fantasía, el anhelo, el deseo y el miedo (al frío, al odio, a la muerte). Josuá no responde cuando le preguntan cómo está o cómo se llega a la Plaza de los Salvados. Él busca la verdad. Los abraza en silencio.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Democracia II

Tomad, tomad. Que es gratis.

martes, 15 de septiembre de 2009

La pasión

los que hacemos esto nos ayudamos mucho mutuamente,
nos regalamos tetas.
"ten la teta de esta señora, no es mía, es de esta señora, pero tenla, yo te la doy"
(esto solo es un adelanto, tranquilos)
queríamos decir que no nos sentimos solos, que nos gusta que nos reviséis el culo después de cada pedo, que no se escape nada chicos, sabéis que un equipo de cirujanos nos ha instalado una semilla en los riñones, necesitamos mucha caca, mucho abono para que crezca fuerte y firme esta rosa de los riñones, esta maceta salvaje.
la idea sigue siendo el orgasmo del dragón.
fruga buga.

solo fruga.

domingo, 13 de septiembre de 2009

No olvidar

Es eso, creo en eso. Creo fielmente en eso. Escribir para no sentirme en deuda con la vida. Para no sentirme en deuda.

Democracia

Tomad, tomad alpiste.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Abuelitas en la carretera

Aquel hombre era muy grande. Un espíritu rico. Todo lo demás, bastante vagabundo. Era una pena. A veces varias penas. Esos días son los peores. Va por ahí regalándole café de sobre a los niños. No se, querrá ser alguien. Pero lo cierto es que su espíritu es rico porque se cobra con su pobre cuerpo. El hombre está bastante enfermo y tose mucho. Tiene los mocos muy densos. Debe ser algún síntoma. Sus mocos son tan densos que a veces se quedan colgando durante días. De ahí su nombre: “Tentáculo Grillo”. Qué nombre. Toda una epilepsia. Escucharlo te hace parpadear bastante y te da la sensación de que la realidad pierde tensión por un momento y parpadea como un letrero luminoso. Todas las cosas se convierten en tubos de neón mientras su nombre es pronunciado. Las señoras, por ejemplo, se apoyan en tubos de neón para dar sus paseos. Los perros y los erizos son de neón. Los huesos son de neón (Cuando alguien es herido por una herida de bala es capaz de proyectar estrellas en las paredes, constelaciones de dolor y demás consecuencias poéticas del estilo). Todo es de neón. Pero claro esto solo dura mientras parpadeamos. Es decir dura exactamente “Tentáculo Grillo”.
Un hombre como Tentáculo Grillo siempre tenía pañuelos con los que poder limpiarse los mocos. Su abuela, de hecho, se pasó toda su vida bordando pañuelos de tela. Cuentan que llegó a bordar más de mil pañuelos con las obras completas de Víctor Hugo y un total de ciento cincuenta recetas de cocina. Tentáculo Grillo se culturizó durante aquellos segundos que para el resto de la humanidad pertenecían a la asquerosa costumbre de mirarse los mocos recién estampados. Así leyó "Los miserables" o "Nuestra señora de París" con la salvedad de aquellas frases que se veían obstruidas por el germen mucoso.

Quien ha conocido a Tentáculo Grillo sabe de sus hazañas: Se conoce que ha sido el único hombre capaz de convencer al conductor de un autobús público de que diera la vuelta “porque se le había olvidado algo”. También ha hecho cosas parecidas con los tranvías. Tiene algún tipo de poder de convicción sobrenatural o tal vez solo da mucha pena, o intuyen la mirada de su espíritu rico amenazándoles como un magnate en su despacho. El caso es que lo consigue. Lo hace posible. Una vez hicieron bajar a todos los pasajeros de un tranvía y trajeron grúas y grandes ganchos para levantar los vagones sobre las vías y ponerlos en el sentido contrario, solo para que el pequeño Tentáculo Grillo pudiera volver atrás. Además Tentáculo Grillo tiene un sexto sentido para los locos, para los desplazados mentales. Sobretodo si conducen vehículos públicos. Cuando aquel conductor de autobús pirado tuvo el brote de psicosis y quiso estrellarse contra un supermercado gritando “Vamos a morir” a Tentáculo Grillo le saltó el resorte de la intuición y respondió “Tranquilo. Yo te enseño inglés.” De todas las retorcidas asociaciones que podrían existir en la mente de aquel hijodeputa de la cabeza sólo aquella del inglés le devolvía la razón y Tentáculo Grillo dió con ella. ¡Ese dar con la tecla del absurdo, ese sentido de la locura, ese superpoder de psiquiatra!

Así es nuestro querido héroe.

He oído que hace tiempo que vende cachitos de su carne de contrabando.

Dicen que su ingesta produce intensas alucinaciones. Últimamente Tentáculo Grillo ha vendido mucho costo. Hay gente que pregunta por unas señales de tráfico nuevas, muy raras. En ellas se lee “Cuidado: Abuelitas en la carretera.” En realidad son drogodependientes alucinados pero no lo saben.
Hace tiempo que Tentáculo Grillo se pulveriza el cuerpo con un rayador. Se está convirtiendo en una especie de ceniza humana viva.

Ahora podrías estar respirándolo. Al hombre de incienso. Al nuevo zombie: El zombie incinerado.
Mirad como peta: Tentáculo Grillo, el no muerto. Le robó las riquezas a su propio espíritu.

lunes, 31 de agosto de 2009

Microscópicas

La carcasa es un hombre. Hay rumores. Se levanta, se ducha y se oxida, se peina. Viste un traje. Coge el autobús y antes de que la mires te grita que "sí, soy una carcasa, las carcasas también cogemos el autobús". Y a parte de todo esto, la Mariduche ve una pata de jamón que camina sola, y huye y se escapa. En realidad la Mariduche es la única que ve el resto del cerdo. Los demás sólo remates de pezuña, medio gol. Gritan sin saber por qué. La ciudad a la vez, qué feria.
(Y un extra: muñecas hinchables parturientas. Partesanos)

martes, 25 de agosto de 2009

On the road

En Chipiona hay una estatua en honor a Rocío Jurado. Menos mal, sinceramente, menos mal. He llamado al presidente, hemos visto el atardecer pensando que si no estaríamos perdidos. Ahora sí que puedo dormir, sabiendo que hay una estatua, un cacho de piedra con curvas y copla, que vela por nosotros.

jueves, 20 de agosto de 2009

Alcampo

La mitad de esto está ahora en el campo. Por eso los retrasos saben a hierba. Es decir: la mitad de esto ve cabras, cabras muy grandes. Tan grandes como una cabra. Tal vez dos. La mitad de esto, además, es un soñador. Es decir: sueña cabras.

sábado, 1 de agosto de 2009

Uno más

A ver, a ver, a ver. Que no se nos salga de napia. Que quede claro. Aquí no actualiza nadie. Y eso está mal. Nos da palo. Nos marea. Es como subir a un barco sin suelo, es decir: es como bañarse. Y nosotros no nos bañamos. Han contratado al mar para varias películas, pero no salimos en ninguna. En fin. Escribid. Lo manda Charlie. Lo manda Charlie muerto. Si no escribís, tendremos que hacerlo nosotros y no está bien. Para nosotros escribir es como escribir cartas a los reyes magos. Es decir. A tus tíos que viven muy muy lejos y cuando vuelven te traen regalos, aunque no te gusten. Te traen trozos de tela. Y tú juegas con tu trozo de tela mientras los otros niños juegan con camiones o con esclavos. Y sólo hay una cosa a la que se pueda jugar con un cacho de ropa, con un guiñapo, con un atisbo de jersey. A quemar la tela. Y arde bien. Arde tan bien que al final has matado a tus tíos.

(Los reyes magos son los superhéroes del Cristianismo.)

Nosotros no escribimos a gusto. Tampoco nos pagan. Bueno, sí. Nos pagan con globos. Aquí hay uno enganchado al helio. Tiene la pierna inflada. Vuela. Está volando. Se va. Se va. Se ha ido. En fin. No escribimos por gusto. Hay un señor un poco malo con un malete-digo-un-machete. Y cadenas. Cadenas en lo profundo. Como un niñonorteamericano y un bollicao, es decir, igual. Nos tienen cogidos muy bien. A veces por el alma, pero pronto se aspira.
Ahora me piden que siga. Esto se está poniendo violento. Tanto como el final de "Tres días con la familia". Id a verla. Nos pegaréis. La han doblado. Era una película española que han doblado al francés y la han subtitulado al español para que se entienda. Ahora la han vuelto a doblar. Se han dado cuenta de que son tontos y ya nada podrá detenerles. ¿Qué coño estamos haciendo? Uno de vainilla.

Bien, bien. Eso por cuenta de la casa. Ahora hablemos de otra cosa. Hay un pez. Volvamos al doblaje. El doblaje me hace pensar, el otro día estaba algo dormido cuando descubrí que Jesucristo era un pinball. Le tiras del bigote y no pasa nada. Es algo aburrido. Volvamos al doblaje. En "Tres días con la familia" el actor que dobla a la actriz se puso malo. Tuvieron que cambiar de doblador en mitad de la película. Y se nota. Se nota un huevo. Es lo que tiene, que no habla gallego, no. ¡No habla gallego! ¡No sirve! Se nota. Los personajes no se dicen que se quieren. Se doblan diciendo que se quieren. Es un sentido superpuesto, como recortar palabras de un periódico y clavárselas a alguien en la boca. Las dirá. Pero luego te parte la cara.

Bueno, seamos sinceros. Nos vamos a dormir. Alá, con Dios.

domingo, 19 de julio de 2009

industria cultural

Esto es un breve avance. A ver. Carraspea. Ahora:

la industria cultural es un folio. bueno, son muchos. ahora no. ahora ya no están

jueves, 16 de julio de 2009

poesía en el sofá

Es bonito que se ilusionen,

pienso que los arcoiris están hechos de patos:

si te acercas, ves las plumas.

No, en serio: es bonito que se ilusionen.

Zipi y Zape eran dos niñas mal dibujadas. Todo el mundo creyó que eran dos críos. Dos lagartijas con gafas de sol. Pero nadie encontraba las gafas.

Primer bigote

Gracias por sus maletines.

Los tenemos cogidos por la tetina.

Cuidado. Estamos colgando de un gran babero.

Zipi y Zape nos deben dinero. Ojo.
No las dejaremos. Escapar.

Un babero es un mantel. A veces es un hueso. Un hueso plano.
Pero ahora es un mantel. Un mantel que se pone en el pecho. Y la familia entera merienda en tu pecho. Es un picnic. Es un picnic familiar.

Mi abuela se ahorcó en ese picnic. La comida era un calcetín misterioso.
Las hormigas creyeron que la abuela era la comida. Se la llevaron pero no cabía.
Los pliegues flácidos de su piel entraron primero. Era muy vieja y estaba un poco "tendida en sus propios hombros". Le colgaban glándulas. Tenía papada incluso en los dedos. Las hormigas tiraron de estas "pellejas" hacia dentro y la abuela se volvió joven un instante. Descubrí que sus pechos eran dromedarios. Descubrí que su verdadera cabeza estaba escondida en una de sus axilas, la otra era un huevo. Un huevo Nokia. Pero no lo sé. El picnic continuó a pesar.

Ricardo no tenía labios. Hablaba con un palo muy grande. No vamos a explicaros cómo. Una vez soñó una mujer que no tiene labios se pone babosas en la boca. Las babosas hacen el papel de sus labios. Son babosas actrices. Les va bien. Pero ocurre algo. A veces las babosas son demasiado contemporáneas. Improvisan. Se colocan en posiciones muy raras. En posición triángulo, por ejemplo o en posición poliedro y la mujer emite vocales inexploradas para el ser humano. Nadie la entiende.
A veces las babosas se ponen de luto. Y otras se ponen calvas de tanto reír. Una vez tuvieron novio. Todo se salió de madre. Iba en moto y a ella le sangraban los labios. La gente le decía "come fruta" y entonces las babosas montaban un misionero y la pobre chica respondía "no hace falta, deme otro".


Expliquemos ciertas imágenes:

- Una mujer vende puzzles de jarrón: Se trata de un jarrón roto. La mujer rompe cosas y las vende como puzzles. Esa es la clave del éxito. Pero no del suyo. Es la clave del éxito de un chico joven que no hace nada y no entiende por qué todo le va tan bien.

- Las babosas son de verdad. Saben a phoskitos.

- Un hombre es deforme. Un dibujante de la Rambla le hace una caricatura y sale guapo. El dibujante le pide perdón.

- Los espejos no sirven para nada. Es más fácil escupir y darse prisa. Para verse. O esforzarse, da igual. Funciona. A mí no.

- Una vieja vende sus dedos. Se los corta en directo con un cúter. Cuestan tres euros. Todos. Luego convence a la gente de que la oferta era otra. "No, no. No entendieron. En realidad lo que yo vendo es mi cuerpo entero menos los dedos. Por eso me los corto, se quedan aquí. No entran en la oferta." Resultó ser una anciana muy solitaria en busca de compañía. Solo quería que alguien se la llevara. Una nueva familia. Pero qué estrategia más bruta. Qué sangrienta la escena.

Por cierto, mi abuela ya está dentro. Escucho que me está hablando por un hormiguero. Supongo que ese hormiguero conecta directamente con su boca. Me pide por favor que le encienda un cigarillo. Meto el cigarrillo por el estrecho agujero y veo como mi abuela soterrada le da una calada. En realidad solo veo como la punta del cigarro se enciende. Luego quito el cigarro y sale una bocanada de humo de la tierra. En fin. Le damos de fumar a los hormigueros. Por si acaso hay una abuela. Aunque no sea la mía.