jueves, 16 de julio de 2009

Primer bigote

Gracias por sus maletines.

Los tenemos cogidos por la tetina.

Cuidado. Estamos colgando de un gran babero.

Zipi y Zape nos deben dinero. Ojo.
No las dejaremos. Escapar.

Un babero es un mantel. A veces es un hueso. Un hueso plano.
Pero ahora es un mantel. Un mantel que se pone en el pecho. Y la familia entera merienda en tu pecho. Es un picnic. Es un picnic familiar.

Mi abuela se ahorcó en ese picnic. La comida era un calcetín misterioso.
Las hormigas creyeron que la abuela era la comida. Se la llevaron pero no cabía.
Los pliegues flácidos de su piel entraron primero. Era muy vieja y estaba un poco "tendida en sus propios hombros". Le colgaban glándulas. Tenía papada incluso en los dedos. Las hormigas tiraron de estas "pellejas" hacia dentro y la abuela se volvió joven un instante. Descubrí que sus pechos eran dromedarios. Descubrí que su verdadera cabeza estaba escondida en una de sus axilas, la otra era un huevo. Un huevo Nokia. Pero no lo sé. El picnic continuó a pesar.

Ricardo no tenía labios. Hablaba con un palo muy grande. No vamos a explicaros cómo. Una vez soñó una mujer que no tiene labios se pone babosas en la boca. Las babosas hacen el papel de sus labios. Son babosas actrices. Les va bien. Pero ocurre algo. A veces las babosas son demasiado contemporáneas. Improvisan. Se colocan en posiciones muy raras. En posición triángulo, por ejemplo o en posición poliedro y la mujer emite vocales inexploradas para el ser humano. Nadie la entiende.
A veces las babosas se ponen de luto. Y otras se ponen calvas de tanto reír. Una vez tuvieron novio. Todo se salió de madre. Iba en moto y a ella le sangraban los labios. La gente le decía "come fruta" y entonces las babosas montaban un misionero y la pobre chica respondía "no hace falta, deme otro".


Expliquemos ciertas imágenes:

- Una mujer vende puzzles de jarrón: Se trata de un jarrón roto. La mujer rompe cosas y las vende como puzzles. Esa es la clave del éxito. Pero no del suyo. Es la clave del éxito de un chico joven que no hace nada y no entiende por qué todo le va tan bien.

- Las babosas son de verdad. Saben a phoskitos.

- Un hombre es deforme. Un dibujante de la Rambla le hace una caricatura y sale guapo. El dibujante le pide perdón.

- Los espejos no sirven para nada. Es más fácil escupir y darse prisa. Para verse. O esforzarse, da igual. Funciona. A mí no.

- Una vieja vende sus dedos. Se los corta en directo con un cúter. Cuestan tres euros. Todos. Luego convence a la gente de que la oferta era otra. "No, no. No entendieron. En realidad lo que yo vendo es mi cuerpo entero menos los dedos. Por eso me los corto, se quedan aquí. No entran en la oferta." Resultó ser una anciana muy solitaria en busca de compañía. Solo quería que alguien se la llevara. Una nueva familia. Pero qué estrategia más bruta. Qué sangrienta la escena.

Por cierto, mi abuela ya está dentro. Escucho que me está hablando por un hormiguero. Supongo que ese hormiguero conecta directamente con su boca. Me pide por favor que le encienda un cigarillo. Meto el cigarrillo por el estrecho agujero y veo como mi abuela soterrada le da una calada. En realidad solo veo como la punta del cigarro se enciende. Luego quito el cigarro y sale una bocanada de humo de la tierra. En fin. Le damos de fumar a los hormigueros. Por si acaso hay una abuela. Aunque no sea la mía.

2 comentarios:

  1. Dios mio. Cuanta falta hacía este blog! El problema es el siguiente: "como vais a mantener este nivel"??

    Si lo que siente uno cuando lee algo que se apodera de él, y se le queda en la cabeza como una imagen... si a eso lo llamáramos orgasmo... se podría decir que yo esta noche he sido un hombre multiorgásmico. O una mujer. O una anciana fumándose un marlboro.

    Duda existencial: ¿que dijo el hombre deforme cuando el pintor inútil de la rambla lo dibujó bonito? ¿cual fue su reacción?

    Exijo continuidad.

    Si no la hay, mearé en todos los hormigueros. Avisados estáis.

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  2. creo que este primer mostacho es una genialidad.

    solo puedo aplaudir ante tales escenas, puesto que yo tampoco tengo boca, no se porqué ni cuando; (aplauso)

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