jueves, 10 de septiembre de 2009

Abuelitas en la carretera

Aquel hombre era muy grande. Un espíritu rico. Todo lo demás, bastante vagabundo. Era una pena. A veces varias penas. Esos días son los peores. Va por ahí regalándole café de sobre a los niños. No se, querrá ser alguien. Pero lo cierto es que su espíritu es rico porque se cobra con su pobre cuerpo. El hombre está bastante enfermo y tose mucho. Tiene los mocos muy densos. Debe ser algún síntoma. Sus mocos son tan densos que a veces se quedan colgando durante días. De ahí su nombre: “Tentáculo Grillo”. Qué nombre. Toda una epilepsia. Escucharlo te hace parpadear bastante y te da la sensación de que la realidad pierde tensión por un momento y parpadea como un letrero luminoso. Todas las cosas se convierten en tubos de neón mientras su nombre es pronunciado. Las señoras, por ejemplo, se apoyan en tubos de neón para dar sus paseos. Los perros y los erizos son de neón. Los huesos son de neón (Cuando alguien es herido por una herida de bala es capaz de proyectar estrellas en las paredes, constelaciones de dolor y demás consecuencias poéticas del estilo). Todo es de neón. Pero claro esto solo dura mientras parpadeamos. Es decir dura exactamente “Tentáculo Grillo”.
Un hombre como Tentáculo Grillo siempre tenía pañuelos con los que poder limpiarse los mocos. Su abuela, de hecho, se pasó toda su vida bordando pañuelos de tela. Cuentan que llegó a bordar más de mil pañuelos con las obras completas de Víctor Hugo y un total de ciento cincuenta recetas de cocina. Tentáculo Grillo se culturizó durante aquellos segundos que para el resto de la humanidad pertenecían a la asquerosa costumbre de mirarse los mocos recién estampados. Así leyó "Los miserables" o "Nuestra señora de París" con la salvedad de aquellas frases que se veían obstruidas por el germen mucoso.

Quien ha conocido a Tentáculo Grillo sabe de sus hazañas: Se conoce que ha sido el único hombre capaz de convencer al conductor de un autobús público de que diera la vuelta “porque se le había olvidado algo”. También ha hecho cosas parecidas con los tranvías. Tiene algún tipo de poder de convicción sobrenatural o tal vez solo da mucha pena, o intuyen la mirada de su espíritu rico amenazándoles como un magnate en su despacho. El caso es que lo consigue. Lo hace posible. Una vez hicieron bajar a todos los pasajeros de un tranvía y trajeron grúas y grandes ganchos para levantar los vagones sobre las vías y ponerlos en el sentido contrario, solo para que el pequeño Tentáculo Grillo pudiera volver atrás. Además Tentáculo Grillo tiene un sexto sentido para los locos, para los desplazados mentales. Sobretodo si conducen vehículos públicos. Cuando aquel conductor de autobús pirado tuvo el brote de psicosis y quiso estrellarse contra un supermercado gritando “Vamos a morir” a Tentáculo Grillo le saltó el resorte de la intuición y respondió “Tranquilo. Yo te enseño inglés.” De todas las retorcidas asociaciones que podrían existir en la mente de aquel hijodeputa de la cabeza sólo aquella del inglés le devolvía la razón y Tentáculo Grillo dió con ella. ¡Ese dar con la tecla del absurdo, ese sentido de la locura, ese superpoder de psiquiatra!

Así es nuestro querido héroe.

He oído que hace tiempo que vende cachitos de su carne de contrabando.

Dicen que su ingesta produce intensas alucinaciones. Últimamente Tentáculo Grillo ha vendido mucho costo. Hay gente que pregunta por unas señales de tráfico nuevas, muy raras. En ellas se lee “Cuidado: Abuelitas en la carretera.” En realidad son drogodependientes alucinados pero no lo saben.
Hace tiempo que Tentáculo Grillo se pulveriza el cuerpo con un rayador. Se está convirtiendo en una especie de ceniza humana viva.

Ahora podrías estar respirándolo. Al hombre de incienso. Al nuevo zombie: El zombie incinerado.
Mirad como peta: Tentáculo Grillo, el no muerto. Le robó las riquezas a su propio espíritu.

4 comentarios:

  1. Este texto tiene variadas y peligrosas interpretaciones políticas. Cuidado. Bang.

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  2. Qué va, las políticas, qué va. Buscar interpretaciones políticas es como montar un equipo de fútbol con gusanos: todas se quedan cortas. Qué va, qué va.

    Este texto tiene un narrador al que quiero invitar a un vaso de agua con azúcar. E ideas maravillosas, y un hombre-incienso-zombie-cadáver que podríamos estar respirando. Señales que no existen. Dios, dios. Cuánto puede disfrutar uno leyendo!

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  3. es una pena... a veces varias penas que te pongas así.
    y no te preocupes boni, he encontrado la web donde se venden cachitos de Tentáculo Grillo, el mio esta al llegar, ¿quieres que te pida a ti tambien un cacho?

    es un bonash, boni-boni, super bonico e bonash, ¿verdad boni-boni?

    ¿sabes? creo que es la cosita-mona-grande!

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  4. Vale, lo acabo de leer por fin. Se me había atragantado el principio, como cuando se te mete un poquito de polvo rayado de tentáculo grillo por la nariz, y en vez de estornudar te entran ganas de lanzar púas venenosas... pues lo mismo. Pero ya está. Ya pasó. Atropellé a un paralítico y le inyecté heroina a un abuelito que miraba las obras de tu calle y no me dejaba pasar.

    El abuelito, días después, me paró por la calle y me ofreció como recompensa un cachito de hombre grillo. Y aqui me encuentro, ensirocao perdío, pensando en convencer mañana a toda la autopista para que me permitan ir en sentido contrario.

    Gracias. Estoy curado.

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