Dúuubi duba dubi dubá, dubí duduba dubá, dubiiiidubá, dubí dudúbadubaiiii, dubá dubá, dú du duba dubá, dudú duduuuuuba dúdubaaaa, dúuuuu dudududúbabaaaaa, dudú dubá, dubá dudú...
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nosotros también queremos provocarles orgasmos a los dragones
Filosofía
nosotros también queremos provocarles orgasmos a los dragones
¿Quiénes somos?
Los mejores escritores de nuestra generación, hombre. Eso dice un árbol.
No, no. Mi abuela me ha matado ya, la muy.
No, no. Mi abuela me ha matado ya, la muy.
Últimas revelaciones (Resumen semanal)
- Estamos hechos de grillos. Somos esqueletos cantados.
- Una tienda de ver la televisión.
- Una película de terror en la que los fantasmas no son personas que han muerto si no cosas que podrían haber sido pero que al final NO. Fantasmas mucho más retorcidos que te dicen "soy el hijo que habrías tenido si te hubieras acostado con Margaret". Fantasmas que huelen a timo. Ey, espera: Margaret. Me da igual lo que se piense, este nombre era un nombre de barco hasta que se puso de moda entre las mujeres de pradera. Pero primero fue de barco. El primer Carlos fue un perro. ¿Estas cosas no las sabe nadie o qué?
- El diablo es un submarino.
- Es como subirse a un barco sin suelo, es decir: es como bañarse.
- La barba de esa mujer es un camión. Mira las ruedas. No, no. ¡Que mires las ruedas!
- Un restaurante donde las cosas se comen vivas (mi bistec se mueve, comerse las gambas como si fueran una armónica).
- Alguien ahorra agua. Un aplauso.
- Un rico que se cree en posesión de una "piscina salada en mitad del océano". O sea unos maderos o algo así, un rectángulo de tablones que va flotando por el mar. Qué puta mierda. Es un burgues catalán. Imagínatelo bañándose en el mar dentro de esos límites móviles de madera. Ese viejo. Ahí, en su piscina. Cabrón.
- Una mujer calva. Tiene muchas peceras. Que utilice pulpos, animales tentaculares que se prueba delante del espejo a modo de pelucas.
- Una tienda de ver la televisión.
- Una película de terror en la que los fantasmas no son personas que han muerto si no cosas que podrían haber sido pero que al final NO. Fantasmas mucho más retorcidos que te dicen "soy el hijo que habrías tenido si te hubieras acostado con Margaret". Fantasmas que huelen a timo. Ey, espera: Margaret. Me da igual lo que se piense, este nombre era un nombre de barco hasta que se puso de moda entre las mujeres de pradera. Pero primero fue de barco. El primer Carlos fue un perro. ¿Estas cosas no las sabe nadie o qué?
- El diablo es un submarino.
- Es como subirse a un barco sin suelo, es decir: es como bañarse.
- La barba de esa mujer es un camión. Mira las ruedas. No, no. ¡Que mires las ruedas!
- Un restaurante donde las cosas se comen vivas (mi bistec se mueve, comerse las gambas como si fueran una armónica).
- Alguien ahorra agua. Un aplauso.
- Un rico que se cree en posesión de una "piscina salada en mitad del océano". O sea unos maderos o algo así, un rectángulo de tablones que va flotando por el mar. Qué puta mierda. Es un burgues catalán. Imagínatelo bañándose en el mar dentro de esos límites móviles de madera. Ese viejo. Ahí, en su piscina. Cabrón.
- Una mujer calva. Tiene muchas peceras. Que utilice pulpos, animales tentaculares que se prueba delante del espejo a modo de pelucas.
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-¿Y mientras tanto qué comeremos? ¿qué comeremos? ¿qué comeremos?
-Mierda.
El coronel no tiene quién le escriba / Gabriel García Márquez
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