viernes, 30 de octubre de 2009

Hemos aprendido

Que los hospitales están llenos de señoras.

martes, 20 de octubre de 2009

Defenestración del Ikea

Un señor que vive en una casa sin muebles. En su lugar, tiene perros. Cientos de perros, miles. Compra perros todo el rato, repone los perros que se mueren o quedan dormidos. Usa los perros como si fueran muebles. Les pone cosas encima: jarrones, llaves, abrigos, grifos, cubiertos, comida, condones, chicas de una noche, chicos de otra noche, libros, incluso otras mascotas (insisto en que no perdáis la visión, por favor, de un suelo lleno de perros: animalitos ladrando, perritos que incluso no caben. También usa, incluso, perros como escaleras).
El tipo se ducha sobre los perros. Duerme sobre los perros. Pero los perros se mueven, se mueven demasiado, así que el tipo ha dado un cursillo, intenta amaestrarlos para que no se muevan. Y casi lo consigue, oigan. Los perros medio-obedecen.
Pero los perros se mueven y se rompen las cosas. Así que el tipo compra perros aún más pequeños, más perros todavía, para poner los pedazos de las cosas, los pedazos de la vajilla.

domingo, 11 de octubre de 2009

martes, 6 de octubre de 2009

Pero clandestino

Hoy me han hablado de un puticlub que no tiene nombre. La conversación era más bien "mi abuela tiene un puticlub" y claro, me he interesado. Hemos intentado entrevistar a esa abuela, pero es imposible. La mujer no quiere. Ya le basta con tener un puticlub como si fuera una pizzería (es decir, las pizzas tienen piernas y entrepierna, es corriente).
Pero ojo al dato: cuando le he preguntado cómo se llamaba (el puticlub, qué cosa tan curiosa) me ha dicho que no tiene nombre. Que es una puerta con timbre, un puticlub clandestino. Ojo. Esto da lugar a una paradoja muy coja: podría estar uno ahí, dale que te pego con las nalguinas, pensando que qué bien se está en el Avenida vertical, mientras otro anda sobre otra en el Quasicorremos y alguien hace la cama en el Hotel inflexible. En fin, que podría destruir la línea espacio tiempo, y sin condensador. Que este ascensor tiene chófer, ojo. Que es como no ponerle a tu hijo y que tenga que reaccionar si escucha Tomás, Sebas o Eustaquio. Es decir: el niño explota.
Y ojo. Una abuela. Tal vez la que escapó del hormiguero.
En fin, en fin. Que no dormimos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Vacíos

- Eres una gata. Llevas un cascabel.

- No. Es un llamador de ángeles.